Al ritmo de la cancion de Saber perder de Los Caligaris escribo lo prometido que no se si sea bueno o malo, sirva o no sirva y no solo espero no confunda mas.
Escribiria sobre muchas cosas, las peliculas que he visto en el cine, muy buenas por cierto, menos la de Alicia en el pais de la maravillas, no puedo opinar ni bien ni mal porque me dormi, ja!, mi viajesito de fin de semana, tantos Kilometros y tantos lugares y tan, tan , tan quemado como campana de iglesia, jajajajajaja.
Que desmadre esto de los sentimientos, eso de que te quieren, tu quieres, te pelan, no te pelan, te enamoras, no te pelan, tu buscas, no te pelan, tu necesitas, no te pelan, te hacen saber que te quieren y te haces buey.......... es un circulo vicioso sin fin.
En el amor no hay forma de no salir lastimado ni raspado y lo peor del caso, no creo que exista nadie en el mundo que no se enamore o sienta "amor" por alguien o algo en la vida, desde niños aprendemos a "querer" nuestros juegetes, luego que la mascota, que la maestra, luego que la noviesita del recreo, la vecina, que la que vende paletas en no se donde, luego que la compañera del trabajo, y creo, creo!, YO!, a mi parecer, que lo unico que haces es repetir todos los patrones aprendidos anteriormente, dices, hay wey, no me habian besado asi, de ahora en adelante besare asi, no inventes, nadie me toco asi, lo hare asi de ahora en adelante, etc... lo unico feo es cuando te dicen nunca habia venido a este lugar, y al llegar a la habitacion te dicen, ya le cambiaron las cortinas, jajaja, lo malo de cuando te hacen daño, es que aprendes a hacer daño, y ya le desgraciaste la vida a las personas que se te cruzan en el camino.
Puedes llevar una vida sin amar? sin necesitar a alguien que te aliente a seguir adelante, que te apoye, te respalde, te incite a cambiar, mejorar, descubrir cosas nuevas, creo que no, pero antes de poder amar a alquien mas es necesario aprender a amar nuestra propia vida, nuestra existencia, dar gracias por un nuevo dia, por vivirlo y solo queda hacer algo grandioso para demostrarle a todo mundo que valio la pena para todos el haberte conocido y compartir este dia contigo!
Me tengo que ir, dejo un pensamiento que me gusta mucho en lo personal!
Saludos y cuidate! ya sabes de que hablo!
Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez.
Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.
Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.
Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.
Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!